Un legado de servicio, compasión y amor por los más necesitados
San Jerónimo Emiliani: Nuestro Fundador
San Jerónimo Emiliani dedicó su vida a ayudar a los huérfanos, pobres y enfermos, dejando un legado imborrable de amor y compasión. Su historia es un testimonio de fe y servicio inquebrantable.
Una vida de dedicación
La historia de San Jerónimo Emiliani
San Jerónimo Emiliani, nacido en 1486 en Venecia, fue un noble que, tras una experiencia de conversión profunda, dedicó su vida a servir a los más necesitados. Fundó la Compañía de los Servidores de los Pobres en 1534, una Orden dedicada a la educación y cuidado de los huérfanos. Su vida es un ejemplo de entrega total y amor al prójimo, marcando un camino de esperanza y caridad que sigue vivo hoy en día a través de la labor de los Padres Somascos.
Momentos Clave en la Vida de San Jerónimo Emiliani
Explora los eventos más significativos que marcaron la vida de San Jerónimo Emiliani, desde su nacimiento hasta su legado perdurable.
Nacimiento
San Jerónimo Emiliani nació en Venecia, Italia, en una familia noble. Su infancia estuvo marcada por la guerra y la pérdida de sus padres.
Vida Militar
Opta por la vida militar: soldado de la Serenísima República de Venecia.
Castelnuovo de Quero
Es enviado a la fortaleza de Castelnuovo de Quero como gobernador regente, para defender el paso ante la Liga de Cambrai. Es hecho prisionero. El 27 de septiembre Jerónimo es liberado, atribuyendo su liberación a una intervención especial y personal de la Santisima Virgen
Regresa a Venecia
Termina su compromiso con la República como gobernador de Quero y regresa a Venecia. Poco a poco da un giro radical y decidido a su vida, recuperando las practicas religiosas y leyendo la Palabra de Dios
Repartió su patrimonio
Italia se ve invadida de una grandísima hambruna. Jerónimo, repartió su patrimonio a los pobres y ayudó a la asistencia de los enfermos ‘incurables’, los enfermos de peste. Empezó a dar asilo a niños huérfanos en su propia casa, comenzando con sus sobrinos. Abrió dos casas más en Venecia para menores abandonados, en las iglesias de san Basilio y de san Roque
Deja definitivamente los negocios
Deja definitivamente los negocios familiares y cambia su ropa de noble por un tosco sayal. Vive en la casa de san Roque, con un grupo de unos treinta chiquillos de la calle. En el Hospital de los Incurables acoge a pobres y niños abandonados, creando “talleres-escuela”. En cada obra, logra que sacerdotes y seglares se impliquen y colaboren.
Los primeros discípulos de Jerónimo
Sigue desarrollando nuevas obras para pobres y menores: Verona, Brescia, Bérgamo… Se le unirán dos sacerdotes,
Alejandro Besozzi y Agustin Barili, formando una primera “comunidad”: los primeros discípulos que siguieron a Jerónimo.
Llega a Milán
Llega a Milán, devastada por las guerras y epidemias. Jerónimo, acompañado por menores, iniciará el cuidado de otros huérfanos abriendo una institución, los “Martinitt”.
Crea la "Compañía de los Siervos de los Pobres"
Desarrolla nuevas obras para huérfanos en Como, Brescia, Pavía… Finalmente, por el aumento del número de colaboradores, organiza la “Compañía de los Servidores de los Pobres”, y escoge Somasca, aldea con 100 habitantes del norte de Italia, como lugar para la organización de la Compañia.
San Jerónimo fallece
Una plaga poco conocida se propaga por todo el Valle de San Martín. Tras varios meses luchando contra esa epidemia, Jerónimo enferma. El 4 de febrero se postra en una cama de una habitación prestada en la aldea de Somasca. Murió al amanecer del 8 de febrero de 1537 a la edad de 51 años.
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